jueves, agosto 25, 2011

Brisa


¿Para qué hacer gritar al corazón, si primero hay que hallarle?
¿Porqué buscar lo que se tiene en medio de lo que no se tiene y lo que no se tiene en medio de lo que se tiene?
¿Porqué callar si de mi voz saldría la respuesta?
¿Hacia dónde dirijo la mirada si los ojos me son estorbo?
¿Si escucho lo que no he podido escuchar, me valdría la pena entonces aprender a oír?
¿O más bien aprender a pensar sigiloso para que nadie haga retumbar mis sesos?


¿Será que para traer lo perfecto a casa primero habrá que irrigar el alma y aprender en la espera?


¿Hasta sangrar?

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