De escuchar la voz cansada de esta tierra quebrantada, y el caminar errante de los hijos de su faz; a la muerte condenada traicionada y humillada aún no llama al padre que la venga ya a librar de los hijos, ¡malos hijos! porque el padre al venir va a condenar.
Vuela hasta salir del pantano, porque te acompaña la luz en tí hasta que tus días se agoten. Escapa de lo humano y pregona tu vivir para volar con otros que lleven la luz en su camino y así el día en que necesites, recuerda que él estará contigo.