jueves, marzo 22, 2007

Pandemónium

Cuarenta y siete semanas y tres días las estrellas girarán en torno a Dorotea, más nadie podrá tocarla.
En instantes se mostrará furiosa y de sus ventanas explotarán vidrios que se transformarán en niños con vestiduras aladas.
Pronto volverá a su lugar.
Y en un chasquido la gente volverá las miradas, una vez más hacia tí.
Como siempre lo debieron haber hecho.
Lo dijiste.
Sólo una ventana quedará mostrando la luz que sale del sol.
Lo dijiste.

domingo, marzo 18, 2007

Abnea mental

No sé en que momento las cosas pueden cambiar de rumbo. Pueden ser milagros o maldiciones a la vez. No sé en que momento las visiones de cada uno varían de manera radical, para sentir cosas que antes jamás uno sentía, para decir cosas que antes uno no decía, o para vivir cosas que uno antes no vivía.
Los cambios son parte del diario vivir. Pero cuesta asumir de repente que es uno el protagonista. Como que todo pasa a ser parte de una película que puede ser buena o mala según en que butaca te encuentres sentado. O si es que pagaste los boletos para verla.
Una vez pensé que todo el mundo actuaba para mí, pero que a su vez yo actúo para el resto. ¿Que pasa si todo es irreal o inactivo mientras no lo veo, pero éste se activa o se vuelve realidad mientras estoy ahí?. ¿Que pasa si todo esto es un montaje televisivo o un gran teatro, en el que entes extraños pueden ver mi actuar?. ¿Saber mis sentimientos?. ¿O conocer todo, pero absolutamente todo sobre mí?.

Hay una película sobre eso. Y no creo que se aleje mucho de la realidad.
A veces me siento cobarde viviendo en este mundo que siento que no es para mí. Me siento sobrepasado quizás por el mismo miedo a continuar adelante, o simplemente a despertar mañana por la mañana. O por el miedo a tomar decisiones.

Ja. Mañana todo esto parecerá estúpido y hasta patético.

Aún así prefiero pensar en tus ojos, y hasta tratar de dormir en ellos. Es lo único que en estos momentos me hace ser feliz, respirar, y poner punto final a estas letras.

domingo, marzo 11, 2007

De la tierra a neptuno, en milisegundos.

Las luces, las líneas, el semáforo, un recuerdo, el olor a senderos frescos, una curva, las hojas verdes que caen del cielo, el techo café, un gorro de lana, las miradas de la gente, tus manos, la pendiente, los libros, los pies doloridos, los llantos lejanos, y las sonrisas duraderas, los colores en magenta, el sol que escarba el recuerdo, tu voz, el clavo de ayer que no entró en la madera, los bolsillos vacíos, el corazón lleno, el hollín de las botas, los sonidos amoratados, la velocidad, el papel vacío, tus caricias, la alfombra enrollada, el agua, las revoluciones por minuto, el tic tac, el ladrillo princesa, el suero, las alarmas de incendio, los pasillos, el aire fresco, un tomate reventado, el satélite, la gravedad, tus labios, el renacer, la sandía sin pepas, los huesos para el perro, un comerciante, la lectura desorganizada, la carpeta para comer, la cera del piso, los dientes de marfil, el pequeño larousse, las espinacas, la luna, tu piel contra la mía, un despegue, el golpe a la mesa, la realidad, la nada.




Cuando todo se torna abstracto y extraño. Casi real. / Placebo - Meds

jueves, marzo 08, 2007

¡De que se ríe usted, ¿ ah ? !


Hoy, no sé. Mi cabeza salío de vacaciones. Tiene una de esas cosas que colocan en las puertas de los hoteles y que ruega "Do not disturb" o "No moleste, por la... "

Me siento estrujado, así como las toallas que lavé a mano en el verano. O quizás como mis zapatillas que metí en la centrífuga.

¿Has metido los dedos al enchufe? Ja. Me acordé de la última vez que me dió la corriente.
Abrí las medias pepas y pegué un gritito sordo... humm.



Y eso poh, no hay nada más que contar. Estoy feliz.
¿Y tú?




+44 - When Your Heart Stops Beating

viernes, marzo 02, 2007

2007 Odisea del colapso

Me bajó la ansiedad no mas. Así, como quien lanza un escupitajo.
Cuando Concepción se transforma en un mar de viejas gritonas y con olor a poto, cada una portando a la rastra con mínimo cinco paquetes de compras por mano, y con la manga de cabros chicos corriendo detrás de ella.
Cuando se transforma en un callejón chino de pingüinos creyéndose la raja y contando sus andanzas luego de las vacaciones.
Cuando se transforma en una desordenada y rural copia capitalina, sin transantiagos ni smog, pero la misma cantidad de vehículos circulando por segundo y la misma cantidad de transeúntes agarrándose a chuchadas por el endemoniado tráfico.
Cuando se transforma en un antro de protestas porque el pasaje estudiante subió o por la liberación de los mapuches de las comunidades indígenas, los mineros del carbón, o los portuarios y sus cuotas de arrastre; o por simplemente el deporte de protesta de esta ciudad.
Cuando se transforma en un paisaje lunar, por todos los cínicos arreglos de calle que ejecutan las municipalidades... ¡Sí huevón... ahora! ¡Ahora! ¡Y en estas fechas!. Con el único propósito que ellos creen secreto... ¡El de tener el pretexto de pagar los putos permisos de circulación en Conce, y para que la gente no pregunte ¿Que han hecho con la plata?!... Sí. ¿Cree que somos tontos señora Alcaldesa?.
Cuando se transforma en un hoyo sin fondo de gente deprimida y sin plata por los desmesurados gastos.
Cuando se transforma en un circo de jóvenes con olor a cualquier cosa, y sucios hasta los pelos pidiendo plata, y que las mismas señoras con olor a poto les dan sus vueltos sobrantes porque "podría ser su hijo o sobrino", o porque simplemente "tienen a un sobrino que anda en la misma" y que toda la gente le llaman amablemente "mechones"; sin ser más que los estudiantes de primer año de una universidad o instituto.
Cuando se transforma en una urbe con olor a Marzo. El mes que lejos, más detesto.

Justamente... cuando Concepción se transforma en la segunda ciudad más detestable de Chile, la segunda más grande, la segunda con más gente, la segunda con más hoyos en las calles, y la segunda menos transitable y colapsada del país... justamente ahí... se me ocurre llamar a mi amorcito y la invito a un lindo día de playa a Dichato.

Aunque ello implique atravezar la misma ciudad antes descrita con una mochila de 12kgs de peso, 25 grados de calor y una carpa en la espalda.

Por tí amor.






The Cardigans - Erase-rewind

jueves, marzo 01, 2007

Oasis

Los ojos se me cierran y trato de recordar.

Eran días soleados, mientras la gente cantaba alrededor de la nada. El desierto parecía de papel mientras me sonreías lento. Devolví la sonrisa que dedicaste, pero me era imposible igualar la ternura y la calidez que evocabas en cada segundo.
El ambiente estaba cálido y se sentía la espera de un algo o alguien. O que algo sucediera. Todo era expectante.

Ninguno de los allí presentes podía mirarme, para ellos no existía. Sólo tú devolvías mis miradas y sonrisas. Me sentía plácido y levitante, mientras tus pasos conducían hacia mis pies.
La infartante cantata de las voces que giraban cada vez con más fuerza y velocidad alrededor, hacían que todo fuése algo delirante.
De pronto ya estabas ante mí. Por última vez sentí nervios.
Todo se detuvo.
En tus ojos se dibujaban sueños que soñé de infancia. Pude volver a sentir olores y sabores, sin estar añejos y desgastados por el tiempo.
Quize caer y esperar cualquier cosa en el piso.
Mis piernas flaqueaban y mis nervios se desconectaban de lo que los mantenía a tono.
El sol ya no estaba y la oscuridad era completa. Sabía que estabas ahí, y no tuve miedo. Quería decirte que te amaba, más no podía hablarte. Mis oídos escuchaban nuevamente aquellos cantos ceremoniosos. De pronto, el silencio.
Un calor recorrió mi alma y sentí como si miles de voltios tocaran mi cuerpo. La sensación era indescriptible. Pareciese que hubiese pesado el triple y cayendo en picada en un foso sin fondo.
Supe que estabas conmigo. Supe que estabas ahí. Supe... que eramos uno, mientras me aferraba a la realidad.

Ahora observo el techo de la habitación y vuelvo a creer en esta irrealidad que vive conmigo, sin soltarme. Riéndome a carcajadas de un yo mismo distinto, que observa paso a paso como aquellos sueños pueden ser realidad.
Como esta vida puede calzar de manera casi perfecta los sueños y el tiempo justo, con los ojos perfectos y las miradas soñadas.
Doy gracias, mientras los ojos se me cierran y trato de volver a recordar.


Fernando Ubiergo - Un café para platón