¿Si vuelvo yo?
Me sonríes de lejos y te vuelvo a conocer en medio de la multitud. Tus ojos parecen iguales, al igual que tus pálidas manos; y las pecas de tu rostro siguen ahí mismo en donde las ví por última vez en aquel verano. Sinceramente pensé que jamás te volvería a ver.
Me cuentas cosas de tu vida mientras yo observo tus labios al hablar y el mover de tu pelo. Recordé el porqué te amé alguna vez secretamente siendo sólo un niño, sin embargo recordé que ahora ya quizás no lo era. Me consultas cosas de mi andar, de mi vida, lo que estudio, lo que hago, que tal me desenvuelvo en lo cotidiano. Conservas tu calidez sin siquiera hablar, y tu comprensión sin mirar. Quisiera abrazarte pero quizá sería absurdo luego de tanto tiempo.
Cuánto hemos cambiado. Pero aún te ríes de mis absurdas palabras y gestos desesperados para comunicarme. Te extiendo mi número de celular para ver si alguna vez deseas hablar, y dicho sea de paso, saber de mi mundo.
Recordé lo feliz que era en aquellos días. Días de lluvia y humedad en los que saltábamos charcos y corríamos a comprar golosinas. Recordé los escondites secretos y las palabras que te juré que guardaría el viento, aunque nunca me creíste.
Mientras te despides pienso en que tanto guardarás aquel pinche que te regalé cuando me escabullí de los inspectores y que traje como trofeo luego de haber "ganado" a la máquina del súper, en el invierno del 2002 y que traía como coincidencia grabado en el metal las siglas "JP". Recordé también de ese episodio, el castigo del inspector general y mis pantalones mojados por la lluvia.
Te giras y llevas el pinche tomado en tu bolso, mientras ahora te pierdes entre las calles de Concepción.